lunes, 15 de noviembre de 2010

Virgen de la Candelaria, Advocaciones de la Virgen

Virgen de la Candelaria


Según la leyenda relatada por Fray Alonso de Espinosa, iban dos pastores guanches a encerrar su ganado a las cuevas cuando notaron que el ganado se remolinaba y no quería entrar. Buscando la causa miraron hacia la desembocadura del Barranco de Chimisay y vieron sobre una peña, casi a la orilla del mar, la santa imagen la cual creyeron estar animada. Como estaba prohibido a los hombres hablar o acercarse a las mujeres en despoblado, le hicieron señas para que se retirase a fin de que pasase el ganado. Pero al querer ejecutar la acción, el brazo se le quedó yerto y sin movimiento. El otro pastor quiso herirla con su cuchillo. Pero en vez quedó herido el mismo. Asustados, huyeron los dos pastores a Chinguaro, a la cueva-palacio del mencey Acaymo, para referirle lo acontecido.


El mencey fue a ver con sus consejeros. Ella nada respondía pero nadie se atrevía a tocarla. El mencey decidió que fuesen los mismos dos pastores ya heridos quienes la recogieran para llevarla al palacio. Ellos, al contacto con la imagen, quedaron sanados. El mencey comprendió que aquella mujer con el niño en brazos era cosa sobrenatural. El mismo rey entonces quiso llevarla en sus brazos, pero después de un trecho, por el peso, necesitó pedir socorro. Es así que en lugar de la aparición hay hoy día una gran cruz y en el lugar donde el mencey pidió socorro, un santuario a Nra. Señora del Socorro.


La llevaron a una cueva cerca del palacio del rey hoy convertida en capilla. Más tarde un joven llamado Antón, que había sido tomado como esclavo por los castellanos y había logrado escapar y regresar a su isla, reconoció en la imagen milagrosa a la Virgen María. Él, habiendo sido bautizado le relató al mencey y a su corte la fe cristiana que él sostenía. Así llegaron a conocer a la Virgen María como "La Madre del sustentador del cielo y tierra" (Guanche: Axmayex Guayaxerach Achoron Achaman o Chaxiraxi) y la trasladaron a la Cueva de Achbinico para veneración pública.
Lucas 2,28-33
"Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo Dios, diciendo: Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar que tu siervo muera en paz. Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos, como luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel".
Oración
Virgen María, Madre Candelaria...
En tu mano llevas un cirio
que ni de noche ni el tiempo apagan:
es la luz divina de tu Hijo
que resucito de madrugada...
Virgen María, Madre Candelaria...
confirma la luz de nuestra fe
que vacila
y que se renueve nuestra pobre esperanza
aviva en nosotros el fuego del Espíritu santo,
la caridad que nos hermana.
Consuela a los tristes y afligidos.
Da justicia y libertad a nuestra Patria
y condúcenos en la alegría
hasta el hogar de la Trinidad Santa.
Amén.
(P. Joaquín Alliende)


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